lunes, 6 de julio de 2009

La fiebre "Feisbukera"


Está de moda eso de las redes sociales. Hay para escoger: Sonico, Hi5, Facebook, MySpace, Tribe y no sé cuántas más. Y en casa tuvimos que caer en la tentación, "sólo para ver qué es".

Después de experimentar en una o dos de esas comunidades, decidimos por el Facebook, más porque nuestra buena amiga Liz nos habló muy bien de ese sitio, además de que ella anda por ahí. Total, que ahora tenemos a todo mundo agregado en el dichoso "Feisbuk". Tan popular es, que hasta otra de nuestras amigas, la Freaka, le puso tal nombre a una de sus mascotas.


Cualquier semejanza con la realidad

Estas redes sociales no sólo te permiten "acechar" a tus conocidos, sino que también cuenta con una gran gama de aplicaciones entretenidas, ya sean encuestas, envío de "regalitos virtuales" y juegos, entre otros.

Pues resulta que esta su servilleta viene y se envicia con un juego. Y eso que no soy de jugar absolutamente nada que no sea mi tuch en mis largos ratos de ocio. Pero por seguir recomendaciones, fui a meter mi nariz para ver de qué se trataba. Primero fueron los Super Pets, luego el YoVille y ahora no me muevo del Farm Town (o Fart Town como prefiero llamarlo).

En este último se trata de ir logrando una granja, en donde preparas tu tierra, siembras y cosechas. El objetivo es crecer tu terreno "trabajando" y subir de nivel. Una de las "sugerencias" del juego es que "contrates" a otro jugador para que coseche tu siembra, ya que esto eleva el precio de tu producto resultante.

Pero anoche me sucedió algo gracioso. Siempre le pido a Lida o a otra enviciada amiga que me hagan el favor de hacer mis cosechas. Casi nunca le pido a desconocidos porque, luego, luego se meten con los árboles y me los dejan pelones (si juegas Farm Town sabrás a qué me refiero).

Esta vez me vi en la necesidad de solicitar mano de obra desconocida. Contraté a un jugador que empezó a hacer bien el trabajo. No llevaba ni la cuarta parte cuando de pronto me dijo en la ventana de chat que había matanza en Honduras y que no podía seguir porque estaba muy conmocionado.

Bueeeeno. Fui a contratar a otro jugador ¡y tampoco me hizo bien el trabajo! Terminé yendo al mercado alemán a contratar a un par de teutones que, muy ordenadamente realizaron la cosecha.

Lo que me dio mucha risa es que cómo es posible que un juego virtual me haya hecho rabiar por algo que también me sucede en la realidad.

1 comentario:

Freaka dijo...

Jaja si el Facebook está de moda, yo le puse Feisbu a mi Hámster para burlar a mi amiga la poxa pero como mi mama no podia decirlo jeje y eso que está mal escrito y todo.. le tuve que poner Feisbu bolita jeje en fin y de tanto burlar a mi amiga terminé haciendome parte del Facebook ironías.