domingo, 3 de mayo de 2009

Haciendo calceta


Nunca he sido niña rica, y a pesar de que fui muy consentida por ser la x'tub de salud delicada en la familia, esto no significó que mis padres permitieran que mi vida estuviera rodeada de ocio.

En realidad, mi ocio era meramente curiosidad, todo lo normal que un rapaz puede ser. Pero desde esa época yo me consideré una niña que vivía en una familia rara, porque en mi hogar no había teléfono y no hubo televisión sino hasta que yo estuve en la secundaria. Tampoco me era permitido comprar revistas juveniles ( y Notitas Musicales eran mis favoritas, aparte de unas revistas de farándula cuyo nombre no recuerdo), y sin embargo las compraba a escondidas, porque mi mamá las consideraba basura.

Pero, acorde a la generación que me tocó vivir, creo que tuve una buena educación, no sólo la que impartían en la escuela, sino también la autodidacta (que yo me impartí) y la que recibí en el seno familiar.

Prueba de ello fue que a una edad muy díficil por la que pasa todo ser humano, la adolescencia, era que me gustaba, como hasta ahora, descubir que tenía yo talento para algunas manualidades, como el macramé y algo de origami. El bordado nunca se me dió, así como la costura y el tejido en crochet y dos agujas... ¡y créanme que lo intenté!

Así que cuando mis padres se sentaban a gustar las telenovelas vespertinas, hete aquí que mi madre y yo siempre hacíamos algo además de ver televisión, ya sea que las viejas manos de mamá le daban duro al ganchillo o al bastidor de las hamacas, y yo experimentando con mis hilos o mi papel.

Es por eso que no entiendo a los chiquitos de ahora. Es la brecha generacional. Así como mis padres cuestionaron el sistema educativo de mi época y se maravillaron con el avance de la tecnología, así me ha sucedido a mí. No entiendo el porqué de la actual reforma educativa. Y, a pesar de que trato de seguirle el paso a la avalancha de widgets y gadgets que inundan el mundo moderno, así como me horroriza el notar las libertades y falta de respeto que la juventud de ahora tiene hacia sus progenitores.

¡Ahhh! Pero inicié este escrito con "nunca fui niña rica". Porque también surge una comparación entre las niñas ricas de mi época y las de ahora. Las chicas de antes también sabían costurar, bordar, hilar o tejer. A esto último se le llama hacer calceta, porque supuestamente los calcetines eran tejidos a mano. En lo personal, este término ya lo utilizo para cualquier manualidad. El chiste es no pasar demasiado tiempo en ocio. Haz algo creativo mientras la vida se vuelve contra tí.

Claro que las mamás de ahora salen con el pretexto de que, como trabajan, no tienen el tiempo y dedicación suficientes para imponer tal disciplina a sus vástagos. Es mucho más fácil "enchufarlos", como dice Adriana, frente a una pantalla con su Xbox, PSP y demás novedades tecnológicas, o dejarlos descubrir el mundo a través de la Internet.

Yo siento que así es demasiado fácil tener una familia. Creo que esa es una de las razones del crecimiento demográfico indiscrimidado (con la consecuencia del incremento en drogas, pandillas, vandalismo, etc), teniendo como resultado una dispersión del ocio proporcional a nuestro cansancio y apatía por no querer tomar una responsabilidad tan importante como es la de tener hijos.

Es verdad que antes las mujeres eran educadas para dedicarse a su familia. Ahora tienen empleos importantes e incluso responsabilidades sociales mucho mayores que las de hace 25 años. Claro que también existen las adolescentes descuidadas, que por no tener una pizca de cuidado lanzan una vida extra que les arruina parcialmente sus metas en la vida y "deben" afrontar su responsabilidad con fuertes golpes en el pecho.

La sociedad moderna es ahora muy complicada. Pero además de la educación familiar y de la educación escolar, existe un descuido muy fuerte por la educación personal, esa que nos permite hacernos conscientes y responsables de nuestros actos.

Sin eso, no existen seres humanos inteligentes.

7 comentarios:

Freaka dijo...

Yo aun quisiera aprender a tejer en realidad hacer algo, creo q soy de la parte entre tu y las nuevas generaciones, aun en mi generacione eramos bastante mas tranquilos que los adolescentes de ahora, inclusive a mi me molesta la degradacion de la escritura, en fin yo no soy una erudita en letras pero al menos intento respetar el lenguaje jeje nada que ver pero si coincido contigo.

saludos.

Tranquilita dijo...

¡Oh, si, Freaka!!! El aberrante descuido de escribir bien y la indiferencia de la sociedad ante la poca exigencia de los tutores en ese aspecto es otra forma de rebeldía de la juventud de esta época.

Mas poco parece importar si lo que buscamos es un poco de comodidad y tranquilidad al llegar a casa después de una jornada de trabajo (cosa que nunca logramos).

Ari dijo...

Estoy igual que Freaka, atrapada entre tu generación y la actual.

Los niños/chavos de ahora me asustan... ser mamá es algo que me estoy reservando porque me aterra la clase de "criaturita" que me toque, sobretodo porque soy muy criticona cuando tengo que aguantar a chiquitos groseros... creo firmemente en que depende de los padres, son su reflejo, su carta de presentación.

Es una responsabilidad enooorme que no veo porque no se toman en serio y cada que pueden me preguntan: "¿pa' cuando los babies?"

Tranquilita dijo...

¡Entiendo tu posición, Ari! Yo, en lo personal, tomé una decisión hace años de no tener descendencia (lo que origina jetas de "cómo te atreves" entre la gente) precisamente por mi inconformidad ante mi genética familiar.

Pero entiendo perfectamente que alguien quiera querer tener hijos, sobre todo con la persona amada. ¡Es completamente normal! ¡De eso se trata la vida humana! Si no estoy en contra de eso.

Es nuestra posición ante la educación lo que me molesta. Muchas cosas no me parecen, pero soy una persona contra un millón; no puedo lograr mucho, así que me quedo quieta, habloteando.

Sin embargo, los que pueden hacer algo no lo hacen por comodidad o no convenir a sus intereses. ¿Pero qué más podemos hacer?

Freaka dijo...

Los hijos son todo un tema, a mi no me gustaría tener uno debido a la degradación de la sociedad entre otras cosas, creo que mi mama no lo entiende bien pero como que lo acepta y ademas no tengo con quien tenerlos jejeje.. vaya que este tema si da de que hablar.

La Lencha dijo...

Para empezar:

NUNCA ME DEJARON VER AL CHAVO DEL 8 THANKS GOD!

luego, yo estoy atrapada en una generación en que el circulo familiar ya fue diferente a lo socialmente establecido, pero no por eso me quejo, al contrario me dio libertad de elegir lo que quiero y cómo lo quiero, a pesar de que crecí en una familia "conservadora" hasta cierto punto y fui educada con el modelo machista en que tenían que educarme como a las mujeres de antes, así como lo describes, debía saber coser, bordar, tejer, hacer de comer, lavar,etc...pero a la nena no se le dieron estos dotes!!! se preocupó por como está el mundo y entre sueño y sueño, evadí el papel que me asignaron.

Yo quiero tener una familia, pero se que es complicado a esto échale que mi edad biológica ya me está diciendo que..o me apuro..o ya no podré...sé lo que implica, el riesgo y los gastos y a todo estoy dispuesta salvo por la parte de la estabilidad económica que todavía no peudo ofrecer y eso creo que no es un problema sólo mio si no compartido genercionalmente...

anyway! que buen post!

Chuminis dijo...

"El bordado nunca se me dió, así como la costura y el tejido en crochet y dos agujas... ¡y créanme que lo intenté!"

Ay Tranquilita, me hiciste acordarme de la primaria, cuando llevaba clases de manualidades. Era malísima para la costura y el tejido, fuera como fuera. Si volteabas mis costuras se veía terribleeee!!!

Me acuerdo que una maestra me ayudaba al final, sólo para que yo no pasara tanta vergüenza con mi mamá.

Claro, luego descubrí que sí era buena con las manos... para otras cosas jajajjajaja, como por ejemplo armar piezas sin instructivo.