sábado, 14 de marzo de 2009

Otro regalo

Siempre que Lida me pregunta cómo deseo que me decore algún artículo que ella quiere obsequiarme, mi respuesta siempre es: "con gatos". A veces genera alguna objeción de su parte, pero creo que luego entiende que me gustan mucho.

¡Pero y cómo! ¡Si prácticamente son mi vida! Y vean estas hermosas cajitas de madera que ella decoró para mí. ¡Están bellas y las imágenes me encantan!


¿Mi imagen favorita? Los gatitos y el perrito en bicicleta.

viernes, 13 de marzo de 2009

Doblados desde mi hamaca


Hace un año que tomé estas fotos para luego proteger y guardar mis medallones en una hermosa cajita que Lida amablemente alteró para mis dobleces de Tea Bag Folding:

jueves, 12 de marzo de 2009

Un obsequio

Cuando conocimos a Liz en una reunión de manualidades, nuestra primera impresión fue de "esta tía está atacada", pues su natural es espetar su parecer y defiende su opinión, más si los ánimos suben de tono. Pero como a cualquiera, es cuestión de conocer a nuestro prójimo.

Mérida es un pañuelo. Quién iba a pensar que yo conocí a Liz cuando ambas éramos unas rapasuelas y yo asistí a un cumpleaños, tal vez de ella, tal vez de su hermanito, y que sus progenitores son amigos y conocidos de mi familia. Y no fue sino hasta hace algunos meses que formalmente somos amigas.

Y Liz se hizo su lugar dentro de las reuniones scrapbukeras a las que somos asiduas y se ha destacado tanto por su conocimiento en la distracción que tenemos en común, como por su espíritu de camaradería en nuestras tertulias.

Tal vez no congeniamos enseguida, pero como dije anteriormente, hay que convivir para conocer a la gente. Tanto Lida como yo nunca hemos hecho nada por Liz, y sin embargo ella no ha hecho más que llenarnos con sus atenciones. Prueba de ello es este bello estuche para lentes que hace unos días me obsequió y que trae impreso mi tema favorito: gatos.


¡Si hasta ganas me dan de usar mis lentes más seguido!

Un intento más por escribir...


Han pasado varios meses desde que cerré un blog en donde, de cuando en cuando, solía expresar algunos sentimientos. Arreglé mis asuntos personales y al parecer ahora me encuentro con las cosquillas de teclear otra vez mis ocurrencias.

Pero soy floja de nacimiento y cualquier cosa que pudiese alterar mi comodidad es motivo para desanimar mi empeño. Dos personas terminaron de convencerme para reanudar el mover de mis deditos sobre un teclado: Lida, mi compañera y amiga, quien desde hace seis años me consiente mis malcriadeces y Vanessa, una gran maestra y compañera de manualidades, a quien siempre agradeceré su amistad y sus atenciones para con mis malcriados (mis gatos).

Es por eso que decidí comenzar este proyecto pero para realizarlo de la forma como más me gusta: desde mi hamaca.

Es mi lugar favorito en el mundo. Desde ahí domino todo. Desde ahí puedo hacer manualidades. Desde ahí veo la televisión. Desde ahí pido servicio a domicilio, ya sea comida, supermercado, medicinas, etc. Desde ahí puedo comer, tomar mi cerveza y hacer mi propia fiesta. En fin, mi hamaca es mi mundo, un mundo invadido por mis gatos, a quienes adoro y les permito habitar en él (¿o son ellos quienes me lo permiten?).

Y aunque las demás actividades que me obligan a levantarme de mi nicho son necesarias, nada como la recompensa de regresar y sentir el calor de hogar desde mi hamaca.